Los colores corporativos juegan un papel fundamental en la identidad visual de tu empresa. Son una herramienta poderosa para comunicar la personalidad de la marca, además de generar reconocimiento y fidelidad. Este mensaje es un mantra que se repite un millar de veces en el mundo del marketing y en lo que rodea a tu negocio, pero ¿qué significa realmente todo esto aplicado a mi local o establecimiento?

Es más fácil de entender si pensamos en ello como en un uniforme. Cuando interactuamos con una persona que ejerce una labor profesional, si su vestimenta luce el logotipo y los colores de una marca determinada, nos relajamos y entendemos su lugar inmediatamente.

Por ejemplo, cuando entramos como clientes a un local y necesitamos ayuda, lo primero que hacemos es buscar camisetas del color que asociamos con la empresa, como el amarillo habitual de Ikea. Si cometes el pequeño error de acercarte a un establecimiento de la famosa empresa de muebles sueca con un polo de tonos amarillos, o el verde en el caso de Leroy Merlin, verás que la pregunta «¿trabajas aquí?» es bastante habitual. ¡Haz la prueba!

Y, ¿por qué ocurre esto? Porque tienen muy definido e integrado el color corporativo y lo utilizan correctamente en cada elemento de su negocio.

No importa lo que abarque tu negocio, lo importante es cómo te reconoce tu público. Los colores son tu timbre de voz, cómo se te escucha, y una voz acorde a tu tono de empresa es imprescindible para generar confianza y asentarte en el recuerdo de la gente. Gracias a los colores corporativos conseguirás:

Cada color evoca emociones y asociaciones distintas en las personas. Antes de utilizar los colores corporativos, es fundamental entender el significado y la psicología detrás de cada uno. Por ejemplo, el azul puede transmitir confianza y seguridad, mientras que el rojo puede expresar pasión y energía. Comprender estas connotaciones te permitirá utilizar los colores de manera estratégica para que se alineen con los valores y la personalidad de tu marca.

Es importante establecer una paleta de colores corporativos coherente y consistente en todas las comunicaciones de tu empresa. Una paleta bien definida garantizará que tus materiales de marketing, sitio web, logotipo y otros elementos visuales mantengan una apariencia armoniosa y reconocible. Dentro de tu paleta de colores, es recomendable seleccionar un color principal que será el protagonista y el más utilizado en tus comunicaciones. Este color debe ser el que mejor represente la personalidad y los valores de tu marca. Los otros colores de la paleta deben usarse de manera complementaria y en menor medida, para realzar la identidad visual sin eclipsar el color principal.

En definitiva, lo principal es, una vez tenemos el tono principal, encontrar tres o cuatro colores que encajen entre ellos y te permitan jugar en tus diseños según lo necesite el espacio.

Del mismo modo que el logotipo, tu color corporativo tiene que estar presente en las bolsas que entregas, tus vehículos de empresa, los exteriores de tus locales, el merchandising o las redes sociales. ¡Que se te vea bien!, cuanto más entres por los ojos más serás reconocido como familiar, y eso significa que ya estás generando una relación positiva con tus clientes.

Ya entendida la importancia de los colores corporativos, puede surgir la pregunta de cómo hacer uso de ellos en el local, y ahí es donde entra Arcosán. Somos especialistas en vestir tus espacios para que respiren tu identidad, tanto por el exterior como por el interior. Las paredes, cristales y el resto de superficies, a través de la rotulación, quedarán como nuevas con grandes resultados. Para cualquier duda que puedas tener, tenemos a tu disposición nuestras vías de contacto